Yoga en Jardín Infantil

¿Por qué hacer yoga kundalini con niños?

En muchos países del mundo cada vez se incorporan a los currículums universitarios, escolares y de nivel preescolar disciplinas que promueven el desarrollo del ser humano en todas sus facetas. Estamos concluyendo un periodo donde el énfasis principal estuvo puesto en el desarrollo intelectual. Actualmente, cada vez existe una mayor conciencia de tomar el proceso educativo como un proceso de desarrollo integral del ser humano.

Actualmente los niños crecen en un ambiente sobre-estimulado, esto tiene, por supuesto, ventajas y desventajas. Es un medio difícil de controlar y no sabemos a largo plazo que problemas y/ó beneficios traerá. Pero lo que ya podemos constatar es que existe un aumento de disfunciones en los procesos de aprendizaje; aumento de problemas de adaptación, de niños diagnosticados como hiperactivos, con desmotivación escolar, problemas de concentración, etc, etc.

Cuales son sus beneficios a corto plazo?

Mejoramiento de hábitos respiratorios.

Por la succión del pecho y del chupete en los primeros años de vida, es muy común que los niños preescolares sean respiradores bucales. Con la práctica de Kundalini Yoga, en donde la mayoría de las respiraciones son nasales, se favorece notablemente la corrección de malos hábitos respiratorios.
Mejoramiento de hábitos posturales.

Pueden ser diversas las causas que facilitan malos hábitos posturales en los niños de edad preescolar; así por ejemplo la presencia permanente de modelos inadecuados y los ambientes físicos con elementos acondicionados solamente para adultos, entre otros.

Mejoramiento de la concentración

Toda la sesión de yoga es una invitación a mantener la atención en una determinada dirección, en donde los niños deben ir trabajando (jugando) en relación a su propio cuerpo. Generalmente ellos están volcados hacia el mundo, pues como dice R. Steiner, el niño en el primer septenio es todo él un solo sentido, está absorviendo con todo su ser toda aquella maravillosa diversidad que es el mundo exterior. El yoga le hace vivenciar una suerte de introspección que lo hace concentrarse en su ser.

Favorece la relajación.

Al crear una atmósfera relajada, de juego, con sonidos suaves, un lugar neutral, los niños se liberan de la sobreestimulación habitual y quedan más dispuestos a cada una de las experiencias del resto de la jornada.

Además la sesión de Yoga trabaja directamente con la imaginación de los niños, creando un espacio “mágico” y lúdico, acercándolo a conocer las capacidades de su cuerpo físico y motivándolos a concentrarse en ellos mismos.